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¡Ojo! El mal uso de algunos activos como el retinol podría afectar a tu piel en verano
No es que sean enemigos del sol o que no puedan usarse en esta época, a pesar de lo que digan algunos mitos. El tema es que algunos activos requieren de una mayor precaución en verano por su fotosensibilidad. Te contamos cómo ajustar tu rutina para que no pierda eficacia y sea más amigable con la temporada.
Cuando se trata de cuidar la piel, siempre debemos tener en cuenta la importancia de adaptar la rutina a la época del año en la que nos encontramos. Ahora en verano, uno de los factores que más debemos tener en consideración son los activos fotosensibles y fotosensibilizantes, un mal uso de ellos podría afectarnos cutáneamente. Por esa razón, Nuria Aluart, beauty expert y fundadora de MUMONA, habla sobre cómo podemos ajustar nuestra rutina para que no pierda eficacia y que el sol no afecte a nuestra piel.
Importante diferencia entre fotosensible y fotosensibilizante
Antes de comenzar a explicar cómo podemos adaptar nuestra rutina, nuestra beauty expertconsidera fundamental hacer una distinción entre activos fotosensibles y fotosensibilizantes.
“Aunque los dos términos pueden parecer similares, hay una diferencia crucial entre ellos. Por un lado, los ingredientes fotosensibles son aquellos que se degradan cuando se exponen a la luz solar, no necesariamente representan un peligro para la piel, pero sí afectan a la eficacia del producto, oxidándose o inactivándose. Entre ellos se encuentran la Vitamina C pura, los retinoides y algunos ácidos exfoliantes como el glicólico. Por su parte, los ingredientes fotosensibilizantes van un paso más allá, estos pueden provocar desde manchas y erupciones hasta quemaduras solares severas. De esta forma, la piel no solo pierde protección, también reacciona de forma exagerada a la radiación UV. Aquí se incluyen también a los retinoides y algunos aceites esenciales cítricos.
No se trata de eliminar, se trata de adaptar
Sin embargo, que sean fotosensibles o fotosensibilizantes no significa que no puedan utilizarse. Lo más importante es ser consciente del momento en el que se utilizan, siendo una de las reglas de oro reservar este tipo de activos para la noche. Durante el sueño, la piel entra en un proceso natural de regeneración celular, lo cual coincide perfectamente con el efecto renovador de estos ingredientes. Al no haber exposición solar directa, se reduce considerablemente el riesgo de irritación o hiperpigmentación.
A ello, otro punto fundamental es el uso obligatorio y diario de protección solar. Aunque los activos se apliquen por la noche, los efectos en la piel continúan durante horas, por lo que es esencial aplicar por la mañana un protector solar de alto espectro.
Otro consejo útil es, no combinar demasiados activos potentes en una misma rutina, especialmente si todos tienen propiedades exfoliantes o renovadoras. Por ejemplo, usar retinol junto con ácido glicólico y vitamina C puede ser demasiado agresivo para muchas pieles. En su lugar, lo ideal es alternarlos en días diferentes o combinarlos con ingredientes calmantes como ceramidas, centella asiática o ácido hialurónico que ayudan a reforzar la barrera cutánea y reducir la irritación.
Así puedes sustituirlos para una mayor eficacia y seguridad
No obstante, para evitar cualquier daño que pueda provocar el sol, existen diferentes alternativas con las que sustituir a los activos fotosensibilitantes.
Cuando se trata de cuidar la piel, siempre debemos tener en cuenta la importancia de adaptar la rutina a la época del año en la que nos encontramos. Ahora en verano, uno de los factores que más debemos tener en consideración son los activos fotosensibles y fotosensibilizantes, un mal uso de ellos podría afectarnos cutáneamente. Por esa razón, Nuria Aluart, beauty expert y fundadora de MUMONA, habla sobre cómo podemos ajustar nuestra rutina para que no pierda eficacia y que el sol no afecte a nuestra piel.
Importante diferencia entre fotosensible y fotosensibilizante
Antes de comenzar a explicar cómo podemos adaptar nuestra rutina, nuestra beauty expertconsidera fundamental hacer una distinción entre activos fotosensibles y fotosensibilizantes.
“Aunque los dos términos pueden parecer similares, hay una diferencia crucial entre ellos. Por un lado, los ingredientes fotosensibles son aquellos que se degradan cuando se exponen a la luz solar, no necesariamente representan un peligro para la piel, pero sí afectan a la eficacia del producto, oxidándose o inactivándose. Entre ellos se encuentran la Vitamina C pura, los retinoides y algunos ácidos exfoliantes como el glicólico. Por su parte, los ingredientes fotosensibilizantes van un paso más allá, estos pueden provocar desde manchas y erupciones hasta quemaduras solares severas. De esta forma, la piel no solo pierde protección, también reacciona de forma exagerada a la radiación UV. Aquí se incluyen también a los retinoides y algunos aceites esenciales cítricos.
No se trata de eliminar, se trata de adaptar
Sin embargo, que sean fotosensibles o fotosensibilizantes no significa que no puedan utilizarse. Lo más importante es ser consciente del momento en el que se utilizan, siendo una de las reglas de oro reservar este tipo de activos para la noche. Durante el sueño, la piel entra en un proceso natural de regeneración celular, lo cual coincide perfectamente con el efecto renovador de estos ingredientes. Al no haber exposición solar directa, se reduce considerablemente el riesgo de irritación o hiperpigmentación.
A ello, otro punto fundamental es el uso obligatorio y diario de protección solar. Aunque los activos se apliquen por la noche, los efectos en la piel continúan durante horas, por lo que es esencial aplicar por la mañana un protector solar de alto espectro.
Otro consejo útil es, no combinar demasiados activos potentes en una misma rutina, especialmente si todos tienen propiedades exfoliantes o renovadoras. Por ejemplo, usar retinol junto con ácido glicólico y vitamina C puede ser demasiado agresivo para muchas pieles. En su lugar, lo ideal es alternarlos en días diferentes o combinarlos con ingredientes calmantes como ceramidas, centella asiática o ácido hialurónico que ayudan a reforzar la barrera cutánea y reducir la irritación.
Así puedes sustituirlos para una mayor eficacia y seguridad
No obstante, para evitar cualquier daño que pueda provocar el sol, existen diferentes alternativas con las que sustituir a los activos fotosensibilitantes.
- Opta por una vitamina C estabilizada
No toda la vitamina C se comporta igual. Si está en estado puro se degrada fácilmente cuando entra en contacto con la luz, razón por la que se recomienda reservarla para la noche, pero existen diferentes derivados de ellas que no solo no se degradan con la luz, si no que pueden usarse perfectamente durante el día.
Entre estos derivados se encuentra el Tetrahexildecil Ascorbato, una forma estabilizada de la vitamina C soluble en base lipídica, que es el protagonista del Verso Super C Serum.
Gracias a él no solo se reduce el potencial irritativo, sino que también se optimizan los efectos visibles para una piel más revitalizada y saludable. Su acción se refuerza con vitamina E para mejorar la protección natural de la piel, y phloretin, un derivado de las manzanas con fuertes propiedades antioxidantes que minimiza la apariencia de líneas finas y arrugas, mientras calma visiblemente la piel. Perfecto para aplicar después de la limpieza en la rutina de mañana.
- Bakuchiol o retinal liposomado para sustituir el retinol
el bakuchiol es un fitoretinoide, es decir que proviene de origen vegetal, no fotosensible, por lo que le hace indicado para el uso diurno. Por sus efectos semejantes al del retinol como la estimulación de la regeneración celular, la producción de colágeno y elastina, la regulación del sebo y la mejora de la firmeza y el estado de las líneas de expresión y arrugas; se convierte en una gran alternativa, que además es antiinflamatorio.
Por su parte, existen formas de retinoides más suaves y estables como el retinal liposomadoque al mismo tiempo que minimiza la sensibilización mejora su eficacia.
En Mumona podemos encontrar la suma de bakuchiol y retinal liposomado en el Age-Recharge Compound K Eye Concentrate de Venn Skincare. Esta potente crema antienvejecimiento para el contorno de ojos se puede usar tanto por el día como por la noche e incluye ingredientes como el Ginsenoide Compound K, uno de los bioactivos más exclusivos del Panax ginseng con beneficios antienvejecimiento y de protección de la piel,péptidos y colágeno de origen vegetal.
Si buscamos un sérum para tratar y cuidar la piel a modo global, apunta el Prodigy Oil de Alleven con Bakuchiol y Phytol que actúan en sinergia para estimular la renovación celular, mejorar la textura y unificar el tono, todo ello con una tolerancia excelente incluso en pieles sensibles. Su fórmula oleosa de rápida absorción deja la piel jugosa, luminosa y visiblemente más equilibrada, convirtiéndolo en un aliado ideal para quienes buscan los beneficios del retinol sin sus efectos secundarios.
- Elige factores de crecimiento para tu rutina antienvejecimiento
Otra gran opción para incluir a tu rutina y que puedes utilizar por el día sin ningún tipo de riesgo, son los factores de crecimiento, que son proteínas que se encuentran en nuestro organismo y que actúan como mensajeros ultra potentes en la comunicación celular para la reparación de la piel. Sus efectos son la reducción de arrugas, la reparación de daños causados por el sol y el envejecimiento, y la mejora en la firmeza y textura de la piel”. Además, si se combinan con péptidos biomiméticos se potencia el resultado ya que también fomenta la producción de colágeno y mejora la elasticidad de la piel.
Podemos encontrar esta combinación de ingredientes en el Skin Inmmersive Antiaging de Gen Identity. Un tratamiento de choque reductor de arrugas que proporciona un efecto lifting y redensificador inmediato. A parte de un 6% de factores de crecimientos naturales y péptidos biomiméticos, incluye un 20% de argilerina, que actúa de manera similar al botox, reduciendo las arrugas al inhibir la liberación de neurotransmisores que causan la contracción muscular, además de mejorar la textura de la piel.
En definitiva, como puedes ver no se trata de eliminar los activos potentes, sino de saber cómo, cuándo y en qué forma utilizarlos. Con pequeñas adaptaciones, como elegir alternativas más suaves, aplicarlos cuando toca o combinarlos con fotoprotección adecuada siempre Spf50+, tu piel puede seguir beneficiándose sin riesgos, también en verano.
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